lunes, 22 de noviembre de 2010

Solvatación*

La disolución de un sólido supone la ruptura de los enlaces de la red cristalina y la consiguiente disgregación de sus componentes en el seno del líquido. Para que esto sea posible, es necesario que se produzca una interacción de las moléculas del disolvente con las del soluto, que recibe el nombre genérico de solvatación.

Cuando una sustancia sólida se sumerge en un disovente apropiado, las moléculas (o iones) situadas en la superficie del sólido, son rodeadas por las del disolvente; este proceso lleva consigo la liberación de una cierta cantidad de energía que se cede en parte a la red cristalina y permite a algunas de sus partículas componentes desprenderse de ella e incorporarse a la disolución. la repetición de este proceso produce, al cabo de cierto tiempo, la disolución completa del sólido.

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